Dicen que el pasado nunca vuelve y que la suerte de cada uno está en el aire.
Día de resaca no, de resacón. Después del día ayer, me encuentro este día de domingo con sentimientos contradictorios. Y he llegado a la conclusión de que paso de todo de lo que tengo que pasar, porque no vale la pena... y a mí, que me quiten lo "bailao".
Queriendo que el tiempo pase muuuuuuy deprisa, o que se detenga. Buscando algo que nunca he tenido y que deseo tener... pero nose qué es.
Sonrío, pienso. Dejo de pensar. Respiro y vuelvo a sonreír. Quiero meterme ya en la cama, acurrucarme entre mis sábanas y poner la mente en blanco. No pensar en lo mucho que me duele el brazo y la rodilla izquierdos, el cuello, la cabeza...
Y me río escribiendo. Y me encanta reírme sola, acordándome de tantas cosas que hacemos los seres humanos cuando bebemos. Nos arrepentimos al día siguiente, pero la gracia está en saber reírse... de todas formas, si estás borracho/a y haces algo es porque una parte de ti quiere hacerlo.
¡Que vivan los sábados de descontrol y los domingos de arrepentimiento...!
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