mercoledì 18 febbraio 2009

Mery is in QUARANTINE.

Sigue mi mal estar en este mundo que me he creado para mi solita. Con mis problemas, que son sólamente míos. Con mis miedos, mis manías, mi tristeza, mis recuerdos. Mi felicidad, mi sonrisa. Que es mía, sólamente mía.
Mi locura. ¿Locura? ¿dije locura? Si, locura. Mi locura indescifrable, inentendible, anormal, sobrenatural.

Yo. Soy yo. Ella, es ella. Ocho meses. Doscientos cuarenta y nueve días. Cinco mil novecientos setenta y seis horas. Ya no hay espera. Ya no hay después. Simplemente hay aceptación. No está. Punto.

Y volver a sonreír, y volver a disfrutar. Volver a decir ¿por qué no? Añadir una solución absurda a un problema que parecía que nunca se podría solucionar. Añadir un minuto mas a la película de tu vida. No, aún no llegó el final... ¡Me quedan muchas palomitas en el cartón!

Y decir una tontería, y hacerla... ¿POR QUÉ NO? Y una risa de fondo, y un abrazo. Una mano que agarra la tuya con fuerza. Y volver a leer ese libro que leiste hace meses y tanto te gustó. Y volver a disfrutar de sus pasajes. Respirar aire contaminado, ¿qué mas da? ¡Cuando no quede aire echaremos de menos el aire contaminado! Y cantar, aunque lo hagas terriblemente mal. Viajar sin bajar de tu cama, echarle sal al café, ducharte con agua fría, hacer la compra del mes y devolver todo diez minutos después...

...y una de las frases mas conocidas del mundo que se escapa; ¿Quién dijo miedo?

lunedì 16 febbraio 2009

En el burdel de las sirenas.

Noche realmente desastrosa. Sin poder dormir. Sudando. La cama desecha. Me levanto, la vuelvo a hacer. Enciendo la luz sin querer, bebo agua. Tengo mas sed, me levanto a llenar de nuevo el vaso. Vuelvo a mirar el movil a ver qué hora es. Las dos, las tres y cuarto... las cuatro y diez... ¿Cuándo me toca quedarme dormida? Siempre odié los domingos.

Pero ya es Lunes. Son las doce y cuarto de la mañana, y estoy en mi casa. Me encuentro mal. Creo que tengo un gravisimo problema, el cual estoy investigando, aunque creo que me queda mucho tiempo para conseguir averiguarlo.

Sinónimo de cansada. Harta. Ganas de discutir, de dejar muchas cosas claras. Un nudo en el estómago. Rutina. No me gusta ese tipo de rutina. Celos, otra cosa que siempre odié. Confianza. Algo que siempre me gustó y de lo que siempre presumí. Pasar. ¿Como quereis que pase si no me da igual? Enfados, siempre enfados.

Y unos orificios de la nariz que se agrandan levemente, y una ceja que se levanta. Y los que me conozcáis realmente, sabréis que esos síntomas significan: Mery está realmente harta y enfadadísima.

domenica 1 febbraio 2009

Mery motor amor.

Empapada de Federico Moccia por tercera vez. Sumergida en la historia de Alex y Niki por segunda, y seguro que no por última.
Escuchando a Dani Martín acompañado por Los Despistaos, o mas bien Los Despistaos acompañados de Dani Martín, que cantan algo así como "Antes de que suene a despedida, la tristeza sostenida que no deja de latir. Y antes de que te des por vencida, piensa que es la unica vida que podemos compartir..."

Recordando y riendo sobre cosas de ayer, de antes de ayer, del Jueves... Un nudo en el estómago, y naturalidad. Tranquilidad. Un poco de color rosado en mis mejillas, y, quién sabe, quizá una medio sonrisa dibujada en mi cara a pesar de todo. Me he tirado a la piscina, a la parte mas honda. Sin manguitos, sin flotador. Y sobre todo, sin saber nadar... ¡y no me he ahogado! Tal vez en un futuro lo haga, pero seguro que sobrevivo. Siempre lo hago.
Seguridad. No se por qué, pero estoy llena de seguridad. Quizá sea por las palabras que escucho, o los silencios... que a veces dicen mas que esas palabras.
No se, paso de rayarme. Las cosas pasan y punto. No hay que buscar un por qué, porque a veces las cosas no tienen porqués. No preguntes por qué lo hago, porque puede que no te guste mi respuesta.

... porque yo no soy lógica, ni normal, ni coherente.