sabato 31 ottobre 2009

Moral y emocinalmente hablando...

No es que pidamos rutina, solo algo de estabilidad. El estado de ánimo subterráneo, ese que hace que un día te tires en tu cama y te pares a pensar. ¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta aquí? Y la pregunta que mas miedo da... ¿A dónde voy? Ves el vaso medio vacío, desconfías. Inseguridad absoluta. Miedo a caer, a recaer quizás. Cuando sientes que las palabras se amontonan en tu garganta, todas quieren salir a la vez sin orden alguno. Lluvia de palabras. Y cuando eso pasa te tiembla la voz, y quizás dices cosas que no quieres decir. O quizás las dices de una forma incorrecta. Entonces me doy cuenta de que no soy fuerte, de que me derrumbo constantemente. Si un día amanece soleado, y de repente comienza a llover. Si al día siguiente amanece nublado y de repente el sol asoma su cara. Si todos los días son como estos, no te acostumbras. Cansancio. Inestabilidad. No quiero más inestabilidad en mi vida. Quiero improvisación, quiero emoción e ilusion tal vez... Pero no quiero sufrir, no quiero que nadie sufra por mi culpa. Cuando quieres algo con toda tu alma, quieres que eso se mantenga. Habrá épocas malas, seguro. Pero no se puede estar mal día si, y día también. Es simplemente..., agotador. Te haces preguntas, te exprimes al máximo. Y es curioso porque cuando miras esos ojos lo ves todo claro. No tiene remedio. Porque tus manos no te piden otras que no sean esas. Porque ningún abrazo te calma más que ese. Y que pase lo que tenga que pasar... Puedo intentar ser mejor, pero no puedo suprimir todos mis defectos. Ver el vaso medio lleno, no es difícil. Cada día aprendo una nueva lección de vida. Algunas son impactantes. Otras son pasajeras. Pero hay algunas que se clavan en mi mente, como esa que dice que el corazón tiene razones que la razón no entiende...

martedì 20 ottobre 2009

A través del universo...

Ajetreo. Decisiones varias. Incompatibles como muchas cosas en esta vida. Mírame, mírame, mírame. No dejes de hacerlo. Aprieta mi mano, y tira de ella cuando me necesites. Piensa mucho en mi, no olvides nunca esto. No cambiaré de número nunca, no lo hagas tu tampoco. Llámame. Aunque sean las seis de la mañana de un martes cualquiera. Aunque llevemos años sin vernos. No me dejes caer nunca. Cuando estoy contigo mis manos, siempre frías, parecen cobrar vida. Asegúrate de tatuarme bien tu nombre en ese lugar donde las agujas no pueden llegar. Léeme cuando te sientas solo. Si cae alguna lágrima, quiero que sepas que yo ya he derramado dos o tres escribiendo. Y aunque parezca una despedida, te estoy diciendo hola. Porque puede que sea difícil, porque puede que no sea fácil. Porque es algo mágico. Sentirte en el fondo del pozo y de repente resurgir con sólo oír esa voz. Porque nadie lo entiende y eso es lo que lo hace aún más especial. Porque tú no lo entiendes, porque yo lo entiendo incluso menos. ¡Es de locos! Y esta loca sonríe, porque está contigo.

giovedì 15 ottobre 2009

Sotto una piogga di parole.

Vuelven las ráfagas de aire frío que golpean su cara con fuerza. Vuelve el color rosado de su nariz al llegar a casa. Vuelven los gorros y las bufandas de lana de tiempos inmemorables pero que en su armario nunca pasan de moda. Los paseos bajo la lluvia, nunca le gustaron los paraguas. Las tazas de chocolate caliente. Los pies fríos, los calcetines al dormir. El brasero, y las películas de los domingos acurrucada en el sofá. Llenar la bañera hasta que esté a punto de rebosar, y no salirse hasta que sus manos parezcan las de una anciana de cientos y cientos de años.
Paz, aún así realmente vacía. Vuelve la rutina, se quedó por el camino el amor.
Pero el amor sigue allí, dentro de ella. Se acerca a la ventana. Con la taza de él. Le dice hola, comienza a llover.
Buenas noches, seas quien seas. No paro de estornudar, ni de toser. El otoño vuelve a la carga con su incondicional aliada la gripe. Yo, mientras, escribo textos sobre una chica enamorada de un amor que se fue. Después de muchos análisis a mí misma, estudios y experimentos, he llegado a la conclusión de que un día, por alguna extraña razón, me enamoré del Amor.
Quiero que llegue el punto en el que las palabras se confundan con la respiración, me gustaría que esta noche en mi estrecha cama cabiéramos los dos. Que estemos tan pegados que no me parezca incómodo estar cinco minutos seguidos rascándote la espalda. Derecha. Un poquito mas abajo. Arriba. Izquierda. Y una risa que se escapa. Y hasta el sofá mas incómodo del mundo se vuelve especial. Haces que me enamore cada día más del Amor.

martedì 13 ottobre 2009

Maximos mea culpa.

Pienso. Recapacito. Luego vivo mientras le pongo cara de indiferencia a la vida. Le digo tranquilamente que hoy no me importaría desaparecer, le digo tranquilamente que hoy me siento un estorbo. Que me molesta todo y a la vez todo me da igual. Que alguien me importa demasiado y que son demasiadas las palabras que un día dejé escapar por esta boca.
Escucho música indiferente, y no veo la hora en la que me pueda tumbar en mi cama con una paz absoluta rodeándome. El teléfono al lado de la almohada, apto solo para un número.
Las manías me atrapan cada vez que intento progresar. Las distintas maneras que tengo de inventarme historias chocan con la realidad, mi realidad. Esa que no es tan horrible como la pienso. Tener imaginación a veces puede pasar factura.
Un poco loca, un poco rara. Demasiado suceptible, demasiado cabezota, demasiado habladora, demasiado defensora de mis razones.
Ahora mismo la rabia me puede, y lo siento de veras pero no puedo evitarlo. Porque no soporto cuando las cosas no salen como quiero. Porque no soporto que no me dejen tranquila cuando intento escribir. Porque escribir es la única manera que he encontrado de desahogarme en toda totalidad y cuando no soy capaz de escribir siento una impotencia que se traduce en malas miradas y malas palabras.
Porque no soporto ser así de insoportable, porque no me he dado cuenta de como soy verdaderamente hasta que no he cometido más de treinta errores seguidos. Porque soy demasiado pequeña para llevarlo adelante y demasiado mayor como para no afrontarlos yo sola. Me gustan los silencios largos en mi habitación, pero no me gustan al teléfono.
Miro mis dedos deslizarse entre las letras mientras mi mente les dicta... Ellos piden a gritos entrelazarse con los tuyos.

giovedì 8 ottobre 2009

Seduta qua...

Nuevas huellas voy dejando por la orilla imaginaria de mi cabecita de niña que a veces cree ser mujer. Repaso los apuntes que ayer cogí en la clase de la vida, subrayo las palabras importantes que me hacen sonreír, y a veces llorar. Vuelvo a respirar tranquila después de todo lo que ha llovido. La lluvia ha limpiado las calles igual que ha limpiado mi yo de energía negativa. Intento ser mejor persona, pero sólo intento. Quizás algún día lo consiga pero mientras tanto intentaré sonreír mas a menudo.
Pensamientos sueltos se amontonan en mi mente a la vez que bostezo. No se cómo empezar a escribirlos todos, quizás pienso cosas indescriptibles, quizás no pienso nada y me estoy engañando a mí misma.
Contradecirse, aclararse, reírse y volver a enfadarse. Rueda que no acaba nunca, y a mí me entra sueño con tanta monotonía. ¿Tan difícil es ser feliz? Ser feliz y punto. Llegó el momento de cansarme de quejarme de los errores de los demás, llegó el momento de cansarme de mis propios errores.
Y solo puedo dar las gracias a aquellos que me ayudan a madurar.
"Grazie per ogni singolo momento nostro. Per ogni gesto il più nascosto. Ogni promessa ogni parola scritta dentro una stanza che racchiude ogni certezza. Per ogni giorno ed ogni notte. Per ogni sogno ed ogni risveglio non può finire. Perchè davvero ti conosco e mi conosci ancora meglio non può finire?"

lunedì 5 ottobre 2009

Suave ahora.

Tristes guerras, si no es amor la empresa.
A. Machado.

Oh, amor. Errores, uno detrás de otro. Sacarle la lengua a la vida y pedir perdón. Es demasiado corta como para desaprovechar momentos al lado de la persona que amas. Es demasiado corta, y sin embargo me pierdo en la infinidad de mi futuro imaginando cuántas arrugas tendré en la cara dentro de muchos años.
La relatividad de esta vida, de estos días que pasan tan rápido. Miro atrás y me emociono al ver todo lo que he pasado, superado, afrontado... Segundos de intensidad que hacen un mundo en mi corazón y mi cabeza. Un mundo mío, tuyo, nuestro. Como una película que tiene segunda, tercera, cuarta parte... Infinitas partes. Una saga interminable de una comedia (aunque hay quienes piensen en tragedia) romántica. Sobretodo romántica.
Apostamos el uno por el otro continuamente y quizás sea eso lo que nos hace especiales. Difícil confiar, difícil arriesgar. Lo hacemos, lo haremos.