sabato 27 giugno 2009

Del cariño y todos los besos que a veces no diste.

Escuchando Te recuerdo, de El canto del loco, mis sentimientos se han revolucionado, las ganas de llorar han vuelto, la decepción es aún más grande. El hecho de tomar una decisión está cada vez más cerca, poniéndome entre la espada y la pared, haciéndome daño, poco a poco. En silencio, sin darse cuenta. Pero pasa. Pasa, y vuelve a pasar. Prometes un día y al día siguiente vuelve a pasar. Y odio querer tanto, odio ser tan ingenua y odio esta situación.
Me costaba hablar. Mucho. Demasiado. Me temblaba la voz, me reía de mi misma. A veces, cuando nadie me escuchaba, cuando nadie me veía. Hasta que estallé. Si, ayer estallé. En mil pedazos, y quizás te hice daño con mis palabras, pero es lo que siento.
Es lo que pasa cuando descuidas algo que quieres. Sin darte cuenta, sin ser cosciente de ello. Nos pasa a todos, los seres humanos somos así. Yo también. Hacemos daño y luego pedimos perdón. Pero amor es no decir nunca lo siento.
¿Y sabes lo peor de todo? Que una se acostumbra a los golpes, hasta que dejan de doler. Indiferencia. Poco a poco. Indiferencia. Aquí, en mi corazón. Me hace daño. Mi indiferencia hacia tí. Poco a poco, poco a poco. Sin hablar, sin yo darme cuenta. La indiferencia duele mucho más que el odio. La indiferencia es no existir. Es borrar recuerdos. Es pasar página y no volver nunca más al capítulo anterior. Llega, y no hay manera de echarla. Simplemente está ahí... Esperando a que la cojan.
El nudo en la garganta sigue, retengo las lágrimas con fuerza, con valentía. No, no toca llorar. Ahora no. Ya no, joder. No quiero seguir así. Y en diez minutos pasará algo, pasará algo que lo cambiará todo. Sea lo que sea, me hará daño. Y a tí también. Pero sonreiremos. Pase lo que pase. Lo prometo.

giovedì 18 giugno 2009

Y a pesar de todo...

Un simple abrazo que ahoga tus lágrimas en su cuello manchándole la camiseta de dolor. Cabeza cabizbaja buscando la razón de vivir que hace tiempo cayó al suelo y se perdió. Segundos de duda que se mezclan con la amarga sensación cuando ves el gesto de su cara afirmando lo que jamás quisieras escuchar.
Volver a recorrer el mismo camino sola, dejando mis propias miguitas de pan para no perderme a la vuelta. Recuerdos que se mezclan con el aire que respiro, recuerdos que son los que hoy me hacen seguir viva. Una canción cada cuatro días, una canción que escucho una y otra vez. Las canciones de mi vida que cuentan sentimientos, ya sean fuertes, dolorosos, que me hagan subir o bajar. Y más recuerdos, uno detrás de otro. Pasan por mi mente como relámpagos en una noche de tormenta. Aparecen y desaparecen, dejándome preguntas que no tienen respuestas. Ya no. Personas que un día ocuparon puestos importantes en mi vida y que ya no son nada. Me hablan, me miran, me hacen reír a veces. Pero ya no es lo mismo. Más preguntas. Qué pasó. Y yo qué se, joder. Y yo qué se.
Estoy segura de mí misma. Más que nunca. Aprendí a contar el tiempo con otra medida que no son ni los segundos, ni los minutos, ni las horas, ni los días. Aprendí a esperar con paciencia, a llorar cuando es necesario y a reír por cada dos lágrimas que derramo. A morderme la lengua, a contar diez antes de hacer daño. A disfrutar de los pequeños momentos que luego recordaré como los más grandes, a no ser pesimista y paranoica, a dejarme llevar, a querer. A abrazar, con fuerza, como si fuera el último abrazo. Aprendí a recordarla con una sonrisa y no con llantos debajo de las sábanas.
Aprendí a conocerte, cariño. A comprenderte.
Y a pesar de todo... Soy feliz.

domenica 7 giugno 2009

Ráfaga de brisa veraniega.

Noche con banda sonora fuerte y estimuladora. Personas que vienen y van, algunos con un poco de felicidad artificial sumergida en su saliva. Los flash de las fotos que congelan momentos y van atadas a anécdotas pequeñas y absurdas que hacen reír. Besos. Abrazos. Reencuentros. Todos sonríen, todos bailan, todos andan entre grupos de amigos que cantan, que se cuentan cosas, que beben, que disfrutan de la noche como si fuera la última.
Sábado. Sábado con olor a Junio, por fin. En ninguna conversación falta "¿cómo vas a acabar el curso?" "Me falta la peor semana de mi vida, pero, ¡aquí estoy!" Y una carcajada, aún sabiendo que mañana, domingo, te vas a arrepentir.
La música ahoga las conversaciones y ellos dos se encuentran como dos desconocidos, perdidos en un recuerdo del ayer que dudan si lo que pasó fue real.

giovedì 4 giugno 2009

Radio Caos, girando al contrario.

La luna se vuelve el sol. La noche el día. Porque detrás de cada persona se esconde otra. Quizás mas bella, quizás mas nueva, quizás la tuya.

¿Sabes cuál es la cosa a la que le dedican muchas canciones? Exacto, al amor. Bello, triste, feo, alegre, fuerte, débil, casto, porno, violento, soñado, olvidado, antiguo, morderno...
Ten bien cercanos pedazos de tu recuerdo, y te darás cuenta de que querrás una noche sin luna. Cuando todo te parezca inútil y tengas la sensación de estar de verdad en este planeta..., pero con suerte en una posición privilegiada para poder ver las estrellas.
La vida real debería de dar más estímulos. Toma la música, quién hubiera pensado que algún día se registraran cientos de canciones en un mp3, y nada los borrará de ahí, solo necesitamos un segundo para darnos cuenta de que al menos algo es eterno.
Todo lo que debes hacer es ponerte los auriculares, echarte en el suelo y escuchar el CD de tu vida, canción tras canción, ninguna se puede saltar. Todas han pasado y de una forma u otra servirán para ir hacia adelante... No te arrepientas, no te juzgues. Pausa. Play. Más, y más, y aún más. Nunca lo detengas, sigue registrando canciones para expresar el caos que tienes dentro. Y si te sale una lágrima cuando la escuchas, no tengas miedo...

No hay nada más fácil que enamorarte de la persona que jamás pensaste que te gustaría.
¿Y qué más hay que decir?
FM 107.3 Radio Caos. All you need is love.

martedì 2 giugno 2009

Me levanto.

Y me atrevo a decir que esta noche será la más larga de mi vida, sólo porque la luna me hará rabiar. Si, me atrevo a decir que hace tiempo que no sueño nada porque la imaginación está enfadada conmigo, que cada segundo me parece una eternidad y luego cuando pasa me da miedo la velocidad. Tengo ganas de cantar en inglés alguna canción que hable solo de mí, y escucharla durante un fin de semana entero sin salir de mi cama.

Y yo sonrío porque a pesar de todo esto sigo siendo feliz. Quizás un poco agobiada, quizás un poco agobiante también... Épocas, épocas en las que no soy yo y en las que me ahogo en un vaso de agua lleno por mí misma. Soy así, elaboro mis propios problemas, me los creo e intento solucionarlos de la manera mas inútil. Y es que tal vez sea cobarde, tal vez valiente.
Simplemente hoy, sólo hoy..., tiemblo al pensar.