giovedì 26 gennaio 2012

Like ships in the night.

Es esta noche en la que los sentidos se destiñen y los pensamientos vagan libremente por hojas de papel, algunos agonizan en un último suspiro mientras otros llegan a su éxtasis más intenso, y los recuerdos pasan uno tras otro como diapositivas en la mente, respirando segundos de existencia, nacen y mueren, tienen propios sentimientos encontrados, que chocan con la realidad y lo materialmente posible. 
Correr con los ojos cerrados y sentir el aliento de quien en la nuca, cálidamente helado. Entregarse a un abrazo; dejarse caer en unos brazos que no son del todo seguros. En la noche en la que se para el tiempo, y a veces todo parece más confuso, y otras veces las dudas se evaporan; se resbalan entre los dedos y rompen contra el suelo.
Y, ésta soy yo en algún punto del universo esta noche, vagamente perdida en un abismo temporal; pasando de puntillas por puertas varias borrando las ausencias y las presencias, suspirando con una media sonrisa por aquí cerca. 
Y, ahí estás tú, que me miras desde un sitio privilegiado, desde donde puedes ver cada milímetro de mi cuerpo y mi alma, desde donde puedes notar la temperatura de mis manos y adentrarte en mis pensamientos como si fueras parte de mí, sin apenas conocerme.
Es ésta la noche en la que el cielo parece más oscuro e infinito, los sentimientos se magnifican a una temperatura de algún grado bajo cero, y la belleza del hielo entre la piel y el mundo es apreciada por dos almas perdidas, que de imprevisto colisionan en el tiempo y el espacio haciendo estallar las alarmas de emergencia.
Es éste el momento en el que me dejo vencer por todo aquello que descubro en el tiemble de manos y en las palabras duramente frías, en el que me dejo caer por la calle más hostil dispuesta a salir con vida, reconociendo todo aquello que hace que mi piel se erice, todo aquello que me produce algo más allá que indiferencia...
Estallar riendo y gritando; Somos políticamente incorrectos.

lunedì 16 gennaio 2012

When everything is out you gotta take it in.

Cuando conoces a una persona, nunca sabes qué puedes encontrar tras ella. Puedes imaginar actitudes, rutinas, manías. Su pasado, tal vez. Pero nada te asegura cómo será en los momentos límites, cómo actuará en ciertas ocasiones. 
Cuando alguien nuevo llega a tu vida, no sabes en qué se convertirá, cuánto tiempo se quedará a tu lado. No lo sabes, y esa sensación de ignorancia absoluta sobre la persona que tienes enfrente, a veces es incómoda, y otras produce impaciencia. 
La vida transcurre, personas van entrando y saliendo de nuestra propia historia; la mayoría llegan con infinitas expectativas y se van dejándonos una gran decepción. 
Los años van pasando; pasan por todos nosotros. Pero, aunque así sea, la moralidad no siempre va al lado de ellos. Por eso digo que, cuando conoces a una persona, no sabes qué puedes encontrar tras ella; a veces incluso cuando esa persona lleva años en tu vida, sigues sin tener ni idea de lo que su interior esconde, aunque quieras pensar que jamás te fallaría; a ti, a una tercera persona, o incluso a sí mismo.
Porque, cuando alguien llega a tu vida, y te importa, tienes que creer en esa persona, aún estando a ciegas, aunque te llamen ingenua, porque si pierdes esa Fe en las personas, perderás parte del sentido de la vida.
Todos necesitamos creer en los demás, creer que los buenos siempre vencen a los malos. Y cuando esto no pasa, evaluar los hechos y replantearnos el papel de quién en la historia. 
Todos necesitamos creer en que las cosas van a ir bien, en que la persona que amamos nos ame, en que todo lo que hemos hecho bien sea valorado, en que las personas que nos han hecho daño y queremos, cambien.
Pero hay veces en las que hay que aceptar que la vida también son errores cometidos, propios o ajenos, son decepciones y finales dolorosos. 
Y, aún aceptándolo, no perder en la esperanza de que todo irá mejor a partir de nuevos comienzos.
No perder la esperanza, ni la Fe, jamás.

martedì 3 gennaio 2012

Walk Away.

Imagino que la vida se resume en eso; lo imagino, lo supongo.
En momentos que van sumando, en decisiones que vas tomando y en seguir caminando pase lo que pase. Supongo que, me seguiré equivocando tal y como lo he hecho hasta ahora, pero espero que esos errores me enseñen a ser mejor de alguna manera, que me hagan llegar dentro de los demás y dentro de mí misma.
Supongo que, los suspiros de esta noche tras las máscaras quitadas son una pequeña parte de lo que puedo sentir mientras historias pasadas se disecan e historias nuevas me esperan detrás de la esquina. Que todo este proceso de aprendizaje me llevará a buen puerto, que todas estas experiencias y todas esas personas que han ido formando parte de mi vida de alguna manera; ya sea para arrancarme lágrimas o arrancarme sonrisas (o ambas cosas), se quedarán en el fondo de mi mente, en alguna parte de mi historia; con las cuales aprendí, por las buenas o por las malas, lecciones que todos aprendemos antes o después en nuestras vidas.
Porque sí, la vida es eso; personas que van y vienen, personas que permanecen, personas que te quieren, personas que te cuidan, personas que te hacen daño.
Y encogerse de hombros, sonreír, y decir; qué mas da..., sigo aquí.
Porque las catástrofes diarias desaparecen tras apagar la luz y adentrarse en tus sábanas, porque puedo asegurar que no me arrepiento de ninguna de las decisiones tomadas en estos últimos años; pese todo lo ocurrido, pese todas esas estrepitosas caídas y las ganas de desaparecer. Porque así soy yo y no he dejado de ser yo misma en ninguno de esos momentos.
Dejaré los malos sentimientos y el resentimiento a un lado, dejaré que, en los momentos límites, la rabia, la desesperanza; se evaporen. Y seguiré caminando, nunca más voy a abandonar. Nunca más me voy a abandonar.
Seguiré aceptando disculpas y perdonando, a pesar de arriesgarme siendo así a nuevas decepciones. Porque lo importante es estar en paz con una misma y arrastrando odio no puedes llegar a ninguna parte. A pesar de que he aprendido que en el gran número de personas que existen en el mundo, en una gran parte la bondad brilla por su ausencia. 
Los años siguen pasando, con etapas que marcan trozos de tu historia. A veces lo tienes todo, a veces no tienes nada. Sea como sea, aunque no siempre tienes el poder de cambiar lo que ocurre (ya que la mayoría de los hechos ocurridos en tu vida, o los sentimientos que se despiertan en ti; son provocados por terceras personas), siempre puedes pensar en lo que te ha aportado cada visitante, cada experiencia; cada etapa. Disfrutar de lo que está pasando ahora mismo, en este momento; arriesgarte las veces que hagan falta, apostar por aquello que crees y que amas. Tienes derecho a tener miedo, pero no debes dejarte controlar por éste.
Para este año tengo algo en mente; caminar lejos. Probablemente porque me he ido ahogando poco a poco y ya apenas me queda aire que respirar en esta ciudad, y necesito, quizás, enfrentarme a mí misma sola en algún lugar e ir despejando con paciencia y voluntad esas preguntas existenciales que me llevo formulando de un tiempo a esta parte.
Y a ti, seas quien seas el que ahora mismo me está leyendo; decirte que no te preocupes por ganar frente a los demás, ni por demostrar cosas porque crees que te hará sentir mejor. Simplemente sé fiel a ti mismo sin dejar de pensar en los sentimientos de los demás, y supongo que, aunque haciendo esto no siempre todo irá bien; al final del camino podrás sentirte orgulloso de la clase de persona que has sido.
Feliz año nuevo a todos.