lunedì 31 maggio 2010

Es una señal prohibida.

Las palabras se consumen en sus labios mientras sus manos buscan las mías. Nunca antes mi respiración se había parado de aquella manera, nunca antes nadie había conseguido hacerme temblar así. Absolutos desconocidos.
Despierta en mi una sensación de perfección, siento una calma infinita en él, ideas claras se leen su mente. Pero no me asusta todo esto.
Mi ficción, en la que simplemente me acoge en sus brazos y el mundo de repente parece evaporarse. Sin hipocresía, sin malas intenciones. Sin segundas.
Me eclipsa. Es así. Es simple. Me eclipsa.

mercoledì 26 maggio 2010

Intensa Estate.

Fusiono. Sueño. Me estremezco. Excitada. Intrigada. Respiración entrecortada. Stop.
Noche que no acaba nunca, noche sola, noche rara. Este presente está vacío, el futuro próximo me impacienta. Noche fría en la calle, calurosa en mi cuarto. Ventana abierta, ojos bien abiertos a la espera de alguna llegada. Quizás breve, quizás loca, quizás mejor. Inesperada, aún así deseada.
El tintineo de mis pies dando contra la pared, algún coche que pasa por la carretera. Saborear la libertad, que colisiona con el verano. Paso mi lengua por mis labios admirando ese sabor.
Hoy aquí, mañana allí. Pasado quién sabe, poco importa.
Renovada. Ácida. Dulce. Mayor. Menor. Si. Hiperactiva. Sencilla. Escurridiza. Con poca ropa. Con grandes planes.
Noches en vela. A una coca-cola por día. Noches en vela. Adoro las noches y detesto las mañanas. Noche llena de magia, que hace desear lo prohibido y empuja a tu imaginación al límite. A la frontera entre la locura y la lucided, al límite del deber que se corrompe porque la Luna lo quiere así. Y no hay más. No hay por qués, no hay peros, no hay esperas. Es así, o lo tomas o lo dejas. Sin repercusiones, sin consecuencias, sin un mañana.
Porque mañana me pasaré el día durmiendo... soñando tal vez lo que la Luna dejó apuntado sin que nos diéramos cuenta.

sabato 22 maggio 2010

Como una dosis alta en las venas.

Son las seis de la mañana, y ando tan perdida... Me lleno al encontrar otras vidas, vidas anónimas. Muero por saber más, muero por deshacerme en la milésima de segundo en la que pestañeo y te encuentro. Sin mas, una fracción de segundo, de mi tiempo, que esta noche decidí compartir contigo. No me hagas pensar, no...
Anónima. Simplemente así.
Muero por aprender a vivir. Muero por decidir no decidir qué hacer. Encontrando sonrisas despistadas mientras suena una canción cualquiera. Sin nombres, sin palabras, sin etiquetas.
Sedúceme, y te seduciré. Alguna frase ingeniosa quizás. No pienses en ello, nunca. No pienses en mi, no lo hagas nunca.
Olvido el destino. Dejo atrás andar pensando. Ya no llueve sobre mojado. Quizás sea yo, quizás sea el mundo que gira sobre mis pies y me acabo de percatar de que esta soy yo. Me abrazo, miro a mi alrededor. Me miro frente al espejo. Esta soy yo, esta es mi cabeza y éste; mi corazón. Poco más.
Esta es mi historia, pero poco importa. Azul.
Hoy la vida me mandó señales. Esta es mi historia, personas en el papel de estrellas fugaces. Pedacitos de ellas guardados en un cajón. Admirable guión, cruda realidad. Nada fácil, no se por qué siempre me atrajeron los casos perdidos. Miro al cielo mientras se tiñe de claridad, con colores cálidos que tapan las estrellas con suavidad.
Hoy la vida me mandó señales. Estoy segura.
Fusiono soñando despierta mis ganas de explorar con lo aprendido en mi camino. Seré más consecuente, seré mas inconscientemente responsable, seré mas libremente mía.
Me pierdo en la fracción de segundo en la que nuestras miradas chocan de repente, como en un estallido, y cohetes explotan en el cielo haciéndome sentir viva aunque seamos desconocidos. Una magia chispeante que durará sólo ese segundo, y recordaré ese momento aunque no sepa ni tu nombre...
No me preguntes el mío.

martedì 18 maggio 2010

Para hacerme feliz hay que estar muy loco.

Cuando lo miro, siento una leve ansiedad. Sus ojos verdes están llenos de sombras. Su boca es bonita. Se inclina hacia mi y lo sé. Lo sé.
No ha ocurrido aún, pero va a ocurrir.
El número ocho es amor.
Jenny Downham
No me quiero morir pensando que otra vez se me escapó la libertad, pensando que también me he vuelto a equivocar bajo un cielo tan inmenso. No me quiero morir pensando que tal vez se nos quedó la soledad bailando, bailando. Después de cada día llegan las noches contigo, pero un día no vendrán. Solo ser agradecida por vagar a la deriva...
Yo sólo soy un payaso con gafas azules. Me las dieron hace tiempo a cambio de fama y una historia pegada a la espalda; esta niña no ha roto nada...
N.D.

venerdì 7 maggio 2010

En pie.

No llego a avistar la línea que separa al amor del olvido. Cómo una persona que significaba todo pasa a significar nada, o tan poco que es igual a nada...
Constantemente me pregunto cuántas personas pasarán por mi vida a lo largo de ella, cuántas caerán al olvido después de despertar en mí los sentimientos más profundos. Caigo en la cuenta de que sólo las importantes de verdad no se irán nunca de mi mente, y eso me alivia bastante.
Escucho esa melodía, esa que sonaba cada madrugada a las 4:36, esperando impaciente una llamada, terriblemente enamorada. Me enorgullece el sentimiento que brotó en mi alma sin quererlo, la capacidad de aceptar defectos y llegar a amarlos. Sentir el amor es la sensación más inmensa que jamás he sentido, sentir como se erizaba mi piel o como mis ojos se anegaban de lágrimas por lo que actualmente considero tan solo una estupidez...
Me da lo mismo cómo haya acabado todo, me da lo mismo si la entrega no fue equitativa, me da lo mismo haber dado más de lo que he recibido, pues tan solo el recuerdo de lo que sentí, tan bello, tan profundo; hace que haya merecido la pena.
Otra lección de vida, sin duda una de las dos más importantes de estos diecisiete años y siete meses. Parece ridículo, en tan poco tiempo, que crea saber ya solo un palmo sobre la vida. Y si, quizás no sepa nada aún y eso hace que me impaciente aún mas sobre el futuro. No temo, pues algo me dice que todo irá bien. Sin lugar a dudas, las lágrimas seguirán brotando de vez en cuando, pero estoy segura de que las risas nunca cesarán.
Como dije una vez, la felicidad reside dentro de cada uno, y sinceramente no soy infeliz, y creo que nunca lo he sido. Doy gracias a las noches como estas, cuando derramo algunas lágrimas sanas provocadas por el final de un libro, final que hurga en mis heridas con fuerza, haciéndome sentir que la pena es personal y no ficticia.
Entonces evoco recuerdos, y no puedo evitar cerrar los ojos y apretar los párpados con fuerza, pensando en dos mil cosas a la vez... Estoy tranquila, esta noche. En paz, pues he entendido tantas cosas...
Nunca viví una mentira porque lo que había en mi corazón y en mi alma era real, era precioso. Escucho Are you in love?, título que ahora indudablemente cambiaría por..., were you in love? Acabé este capítulo de mi vida de una vez por todas, con la pregunta en el aire y la respuesta escondida pues seguramente nunca llegaré a saber la verdad, y tú tampoco.
Importante, estarás siempre en mi mente. Sin rencores. Simplemente como el número uno que fuiste, eres, y serás... Simplemente como un mero recuerdo.