giovedì 16 settembre 2010

Hay días hechos de nimiedades

-¿Puede ocurrir verdaderamente que una vieja cicatriz de hace quince años vuelva a abrirse tan rápidamente como una costura que se desgarra? ¿Nunca se borran las huellas de los amores muertos?
- Planteas la cuestión a un tontaina que está perdidamente enamorado de una mujer y que nunca ha tenido el valor de decírselo, lo que provoca dos reflexiones por mi parte que me apresuro a ofrecerte. La primera es que no estoy muy seguro, dado lo que te acabo de decir, de ser la persona más adecuada para responderte; la segunda, y siempre teniendo en cuenta lo que acabo de decirte, es que no me gustaría censurarte por no haber encontrado las palabras adecuadas para convencerla de que se quedara. Ah, espera, se me ocurre una tercera. Cuando quieres arruinar un fin de semana, no te andas con chiquitas. Entre el premio que nos ha pasado por delante de las narices y tus reencuentros fortuitos, ¡te has cubierto de gloria!
- Gracias, Walter.
Mientras me preparaba una taza de café, Walter subió por la escalera para "airear la habitación", dijo. Bajó momentos después, con la expresión radiante.
- Por fin tengo una buena noticia para ti, bueno, el tiempo nos dirá si es buena o no.
Y blandió orgullosamente el collar que Keira llevaba la víspera.
- Ah, no digas nada -prosiguió-, si a tu edad no sabes qué es un acto fallido, tu caso es aún más desesperado que el mío. Una mujer que se deja una joya en casa de un hombre no puede tener más que dos intenciones. La primera, que otra mujer la descubra, para saborear el consiguiente placer de provocar una hermosa historia de celos, pero, dado lo torpe que eres, seguro que le repetiste al menos diez veces que no hay nadie más en tu vida.
- ¿Y la segunda?- pregunté.
- ¡Que espera volver al lugar del crimen!
- ¿Y la idea de que se haya despistado y simplemente la haya olvidado no te parece más sencilla?
- ¡Oh, no, en absoluto!
Sé que es idiota y que ya no tenía edad para comportarme como un jovenzuelo enamoriscado de un ligue nocturno, pero lo que acababa de decir Walter me hizo un bien enorme.
Marc Levy
El primer día.

1 commento:

Mancini ha detto...

estás enferma Cavalli.... jaja tus lecturas son tu manera de entrar dentro de ti misma!


una manera rara de hacerlo.. pero al menos de vas conociendo.

algo que la gran mayoria del mundo ni se plantea realizar...