Jamás pensé que alguien pudiera ser como yo. Algo que parece tan simple pero que es realmente complicado. Tantas noches derramando lágrimas, encontrándome mas perdida que nunca, y allí estaba él. A kilómetros de distancia, pero al otro lado del teléfono. Fuese la hora que fuese, para tranquilizarme, para guiarme y enseñarme. Para empujarme a quererme a mi misma, a conocerme incluso. En definitiva, para despertar en mí una conexión casi mágica, una amistad verdadera, un alma gemela que vela por mi felicidad.
Una gran persona, con principios, con valores. Con un corazón enorme, imprescindible para mi. Puedo decir incluso que es una especie de maestro respecto a las clases de la vida. Puedo tirarme días y días sin hablar con él, puedo enfadarme, pero se que nunca dejará de ser especial. Pocas personas entienden nuestra amistad pero poco me importa, es como un hermano mayor cuando me protege, mi mejor amiga siendo mi confidente cuando escucha mis problemas, con quien lloro y río, y simplemente vivo y crezco, y maduro en muchos aspectos con sus consejos.
Solo puedo darle las gracias por ser como es, por entenderme y quererme sin decirlo, calmarme y guiarme hacia lo que es mejor para mi.
Gracias por todo, mil gracias de verdad.
2 commenti:
qué decir después de esto...
GRACIAS.
sí, gracias a tí porque muchas veces el maestro aprende más de su alumna y no se da cuenta hasta tiempo despues...
nos vemos por salamanca my soul!
que bonitoooooooooooo oooooi mi gru
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