Tumbada en el frío suelo, el reloj marca las seis y media de la mañana. Recorro con la yema de mis dedos mi antebrazo para ayudarme a pensar. Pensar, con los párpados caídos, sentir el deseo del tacto de otra piel. Sueño con desconocidos con máscaras, en la película de mi vida cerca del amanecer, poco importa que el cielo se tiña de un azul mas claro pues mis sueños no acaban cuando el sol hace acto de presencia.
Pasado, presente, futuro. Vidas ajenas que transcurren por la mía. A paso lento, a la velocidad de la luz.
Sigo pensando a menudo en mis inconcluencias, en la paradoja de mi destino y en el papel que juegan las terceras personas en mi vida. A día de hoy extraño una segunda, una cualquiera, solo a veces. Droga maldita como es el amor, odio las limitaciones y la sumisión, y me atrevo a decir que no, eso no es amor.
Alma libre como soy, con errores en mi currículum y defectos a mi espalda. Caos total, desastre ilimitado y un punto de bipolaridad que me hace perder la cabeza, solo a veces.
Sé acerca de él. Sé acerca de lo que quiero que sea el Amor en mi vida.
Mientras, me limitaré a tantear nuevos principios...
1 commento:
jajajaj buena forma de llamarlo...
tu tantea srta. Cavalli... TANTEA!
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