Hay veces en la vida en las que el mundo parece temblar bajo nuestros pies; a veces se derrumba dejándote caer en el abismo más profundo, dejándote en la nada, y otras resiste la sacudida con fuerza, y te da el valor para plantarle cara y decir; yo soy más fuerte que todo esto.
Hay veces en la vida en las que las cosas no salen bien; en las que tus miedos pueden contigo y arruinan aquello valioso que tienes despertando el miedo del que tienes enfrente. Porque hay veces en la vida en la que llegas a rozar con tus dedos la felicidad, pero luego se te escapa y el sentimiento de desolación es tan intenso que dejas de creer en todo aquello que creías, que tus ideales se desdibujan en dos o tres hojas de papel, y tu corazón se cierra destruyendo todo lo hermoso que antes le hacía latir.
Un día aprendí a luchar, aprendí a apretar los puños con fuerza y a mirar de frente a los problemas, aprendí a aceptar mis defectos y a intentar cambiarlos con paciencia y voluntad, aprendí a pedir perdón y a perdonar, y aprendí que nadie se merece sufrir por nadie...
Aprendí a ser fría, ¿cómo no iba a hacerlo? Era la única manera de saber encajar todo aquello que me golpeaba fuertemente.
Porque los días pasan, todo cambia y algunos sentimientos también lo hacen. No puedes detener la tormenta, no puedes esperar siempre la calma tras ella, hay veces en las que tienes que aceptar los hechos y no debes dejarte hundir.
Es probable que mires a tu alrededor y todo te parezca una historia mal contada, que te sientas solo en pleno centro de la ciudad, y observes a la gente preguntándote si de verdad todo esto merece la pena, o no.
El problema es cuando no sabes responder...
Sometimes I wish someone would just come here and save me... Save me from myself.
Who's there to save the girl...?
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