martedì 28 settembre 2010

Donna Biella.

Palabras profundas para alguien con un pasado turbio, ¿no crees? Emociones absurdas para alguien como yo. Es un absurdo. Es la bipolaridad que, una vez mas, hace temblar el suelo bajo mis pies. Es la contradicción de un pasado y un futuro, que chocan continuamente en un presente poco capacitado para controlarlo, para controlarme. Para comprenderlo, para comprenderme.
Son planes para mañana, para pasado, planes superficiales en los que no creo, el contrario a dejarse llevar, el contrario a mí.
Es el aire que corta el silencio que se palpa en una habitación a oscuras, el sentimiento de llegar a ser y quedarse en la almohada.
Es una caricia retenida en mis dedos hasta el final del día, es un paseo por las calles de mi alma, un tira y afloja personal, una continuación de otra vida, es no conformarse...
Es una caja con papeles llenos de garabatos, un cajón del que brotan recuerdos, a veces lamentablemente intensos. Es una sonrisa tímida que surge antes de besar, es volver a mirar hacia atrás al entrar al portal, es un hasta luego que esconde un no te vayas.
Es extraña, es sincera, es mía. Tiene miedo a tener miedo, y desde su ventana puedes ver la misma pequeña constelación cada noche. Es amante de la luna, y nunca sabe qué cojones quiere...

domenica 26 settembre 2010

Sobre tejados blancos.

- Eres escéptica, eres caótica, eres..., incatalogable.
- Tú me estás catalogando.
- Dime, ¿en qué piensas cuando estás en medio de un grupo de personas que conversan y tu mirada cae mas allá del horizonte...? Quisiera conocerte, ¿sabes? Quisiera entenderte...
- Déjalo, Mark.
- No, no puedo. Te miro y siento que eres infinita, quisiera explorarte...
- ¿Crees que soy un puto experimento? ¿Crees que puedes estudiarme? Te equivocas... No insistas.
- ¿Es que a caso no lo entiendes? ¡Me estoy volviendo loco! No se por qué hay días en los que me amas, y otros en los que me odias.
- Eres tú el que no lo entiendes. No te amo, no te odio. Deja de hacer preguntas, deja de preguntarte por qué soy así, y lo mas importante deja de preguntármelo a mi. ¿Crees que soy especial? No, no lo soy. Tú me haces, en tu idílica mente, especial. ¿Por qué me evado en las conversaciones? Quizás soy despistada. ¿Caótica? No, desordenada. ¿Escéptica? Simplemente no le doy mil vueltas a todo...
- Tu punto de vista es simple.
- El tuyo es demasiado complicado.
- Poético.
- Oh, Mark... Basta... Sabes que no soporto hablar sobre cómo soy, sabes que nunca lo he soportado.
- Quizá sea que no soy lo suficientemente bueno para ti.
- ¿Por qué me dices esas cosas si sabes que no son verdad...?
- Porque eres la mujer mas maravillosa que he conocido.
Y te beso, y segundos después la tarde cae, la noche nos abriga con su manto de estrellas infinitas, tú me miras sin saber muy bien qué decir, yo me evado perdiéndome en la infinidad de tus ojos marrones. Te cuento que busco en la soledad el contacto con mi alma, la colisión de mi mar con mi cielo, esa línea que siempre está ahí pero que nunca se alcanza. Te cuento que yo quiero alcanzarla... Y me besas, pues tu mente no alberga mi locura. Y me besas, y yo caigo en el vacío de un abismo prolongado, pues comprendo que a veces te odio, y a veces te amo. Y entiendes que tu psicología no va conmigo, y yo entiendo mi escepticismo al fin. Y te beso, y me abrazas, y nos quedamos así, simplemente así. E intento ordenarme pero mi mente se atolla, los rayos me sorprenden en un mar de tormenta, las ideas se desordenan, y el caos se apodera de mi corazón como hace años se apoderó de mi cuarto. Vuelvo a saber que tienes razón, cariño. Soy extremadamente caótica.
Entonces me río, y comienza a llover, y nuestras ropas se calan, y se calan nuestras bocas, y nuestras manos se entrelazan así como nuestra mirada y dejo que me explores, pues tú también eres el hombre más maravilloso que he conocido.
Mery Cavalli

giovedì 23 settembre 2010

Verso y prosa.

(...)
¿Dinero? Cariño es lo que yo quiero,
dice la copla. ¿Aplausos? Si, pero no me entero.
¿Salud? Lo suficiente. ¿Fama?
Mala. Pero mucha lana.
Da miedo pensarlo, pero apenas me leen
los analfabetos, ni los obreros, ni
los niños.
Pero ya me leerán. Ahora estoy aprendiendo
a escribir, cambié de clase,
necesitaría una máquina de hacer versos,
perdón, unos versos para la máquina
y un buen jornal para el maquinista,
y, sobre todo, paz,
necesito paz para seguir luchando
contra el miedo,
para brindar en medio de la plaza
y abrir el porvenir de par en par,
para plantar un árbol
en medio del miedo,
para decir "buenos días" sin engañar a nadie,
"buenos días, cartero" y que me entregue una carta
en blanco, de la que vuele una paloma.
Blas de Otero.
Miedo, me desnudé de él.
Cuento los días inconscientemente, escucho una canción que no debería de escuchar, y una sonrisa se apodera de mi cara sin que yo pueda evitarlo, tras una frase sencilla.
Sinceridad, me calcé sus botas.
Vuelvo a abrir los brazos en libertad, vuelvo a tener ganas de llegar a casa. Quisiera abrigarme con una bufanda y un gorro de lana, quisiera examinarme sobre Heráclito y Parménides mañana mismo.
Leo poesía, esquivo el mal humor. Se rompen cristales a mi alrededor, montañas de colillas en los ceniceros, páginas que un día estuvieron en blanco, inundadas de letras que no dicen nada pero que me hacen sentir mejor.
¿Tiemblo? Solo al...

venerdì 17 settembre 2010

Svegliarsi la mattina.

Mi gran fuerza de libertad colisiona con mi sed de amor sobre un mar de caos sereno y joven. La libertad aborda tantas perspectivas que a veces me da miedo tantear el terreno, y otras piso fuerte pues creo saber lo que quiero. Es difícil tener pensamientos propios y hacerlos respetar, es difícil encontrar a alguien compatible, alguien contradictorio, quizás, como yo. No busco, mi mirada para y repara en detalles que van mas allá, te miro pero apenas te veo, te veo pero ni siquiera te miro. Me lees y no me entiendes, y te da igual, y yo decido volverte loco.
Vuelvo a pensar en la relatividad de la libertad y sobre lo que cada persona espera de ella. Seguramente mi concepto irá cambiando a lo largo de mi vida, seguramente escritores o incluso personas de mi entorno harán cambiar este concepto sin que yo apenas me de cuenta, aún así espero que esto no pase, pues mi idea de libertad es bastante clara y aún así debo aceptar que también algo abstracta.
Ya no hablo de la libertad, sino de mi libertad. ¿Por qué me limitas cuando tengo ganas de darte un beso o por qué me obligas cuando ni siquiera quiero hablarte? ¿Por qué hay días que soy espontánea y otros racional? ¿Por qué hablo de un tú que no existe? ¿Por qué pregunto por qués cuando no quiero saber las respuestas?
Después de aquel momento de inseguridad que fue seguido de una decisión irrevocable, constatada de un arranque de valor y aún así no supera la categoría de chorrada, me siento más segura. Es posible que, sin darme cuenta, zarandeara mundos ajenos, pero asenté unas cuantas bases del mío, y aunque suene egoísta, era justamente lo que necesitaba.
Me encuentro frente a un ventilador viejo, en una calurosa noche de septiembre a las tantas de la madrugada. En poco menos de una hora amanecerá hacia un día mas alejado del verano que se pierde en la infinidad de esa esquina, y me deja recuerdos y sentimientos que agitan mi alma, mi mente, y mi corazón.
Las estrellas reposan suspirando sus últimos destellos de existencia en esta noche, mis latidos se ralentizan, mi subconsciente prepara mis sueños, mientras debate con mi mente si mañana podré recordarlos o no. Mi alma está tan, tan tranquila que, tumbada, mira mi cuerpo mientras duerme. En estos útimos segundos de noche recuerdo y pienso, y sonrío y me calmo, para luego excitarme y nuevamente calmarme, y locamente vagueando entre las nubes de tu mente pues esta noche sin lugar a dudas me colaré por tu ventana.
Ser yo, mis salidas y mis entradas, es uno de los puntos de mi propia libertad.

giovedì 16 settembre 2010

Hay días hechos de nimiedades

-¿Puede ocurrir verdaderamente que una vieja cicatriz de hace quince años vuelva a abrirse tan rápidamente como una costura que se desgarra? ¿Nunca se borran las huellas de los amores muertos?
- Planteas la cuestión a un tontaina que está perdidamente enamorado de una mujer y que nunca ha tenido el valor de decírselo, lo que provoca dos reflexiones por mi parte que me apresuro a ofrecerte. La primera es que no estoy muy seguro, dado lo que te acabo de decir, de ser la persona más adecuada para responderte; la segunda, y siempre teniendo en cuenta lo que acabo de decirte, es que no me gustaría censurarte por no haber encontrado las palabras adecuadas para convencerla de que se quedara. Ah, espera, se me ocurre una tercera. Cuando quieres arruinar un fin de semana, no te andas con chiquitas. Entre el premio que nos ha pasado por delante de las narices y tus reencuentros fortuitos, ¡te has cubierto de gloria!
- Gracias, Walter.
Mientras me preparaba una taza de café, Walter subió por la escalera para "airear la habitación", dijo. Bajó momentos después, con la expresión radiante.
- Por fin tengo una buena noticia para ti, bueno, el tiempo nos dirá si es buena o no.
Y blandió orgullosamente el collar que Keira llevaba la víspera.
- Ah, no digas nada -prosiguió-, si a tu edad no sabes qué es un acto fallido, tu caso es aún más desesperado que el mío. Una mujer que se deja una joya en casa de un hombre no puede tener más que dos intenciones. La primera, que otra mujer la descubra, para saborear el consiguiente placer de provocar una hermosa historia de celos, pero, dado lo torpe que eres, seguro que le repetiste al menos diez veces que no hay nadie más en tu vida.
- ¿Y la segunda?- pregunté.
- ¡Que espera volver al lugar del crimen!
- ¿Y la idea de que se haya despistado y simplemente la haya olvidado no te parece más sencilla?
- ¡Oh, no, en absoluto!
Sé que es idiota y que ya no tenía edad para comportarme como un jovenzuelo enamoriscado de un ligue nocturno, pero lo que acababa de decir Walter me hizo un bien enorme.
Marc Levy
El primer día.

lunedì 13 settembre 2010

Per lui, oggi.

Jamás pensé que alguien pudiera ser como yo. Algo que parece tan simple pero que es realmente complicado. Tantas noches derramando lágrimas, encontrándome mas perdida que nunca, y allí estaba él. A kilómetros de distancia, pero al otro lado del teléfono. Fuese la hora que fuese, para tranquilizarme, para guiarme y enseñarme. Para empujarme a quererme a mi misma, a conocerme incluso. En definitiva, para despertar en mí una conexión casi mágica, una amistad verdadera, un alma gemela que vela por mi felicidad.
Una gran persona, con principios, con valores. Con un corazón enorme, imprescindible para mi. Puedo decir incluso que es una especie de maestro respecto a las clases de la vida. Puedo tirarme días y días sin hablar con él, puedo enfadarme, pero se que nunca dejará de ser especial. Pocas personas entienden nuestra amistad pero poco me importa, es como un hermano mayor cuando me protege, mi mejor amiga siendo mi confidente cuando escucha mis problemas, con quien lloro y río, y simplemente vivo y crezco, y maduro en muchos aspectos con sus consejos.
Solo puedo darle las gracias por ser como es, por entenderme y quererme sin decirlo, calmarme y guiarme hacia lo que es mejor para mi.
Gracias por todo, mil gracias de verdad.

mercoledì 8 settembre 2010

Sunrise.

Un cristal me separa de un campo de trigo infinito. Mi mente se divierte encadenando pensamientos mientras mi corazón encadena sentimientos, y mi memoria recuerdos que colisionan con el paso del tiempo. El paso del tiempo duele algunas noches, porque en otros despertares sabe dulce.
Un cristal me separa del cielo, y aún así me siento cada día mas cerca de mi sueño. ¿Un despertar dulce? Una caricia, quizás robada; tal vez soñada.
Dedos suaves que recorren un teclado en busca de un principio para un final excéntrico, corcheas que golpean mi mente, mi mente incapaz de explicarle a mi corazón por qué siente esto. Complejidad sencilla, lejos de dos palabras claras y profundas. Lejos, añoradas.
Un abrazo al viento, un beso entre dientes, una canción sin dueño y una sonrisa vaga pero sincera.
¿Ríes? ¿Bailas? No se, ¿vives?
Un segundo al límite y mi mundo se vuelve a mover bajo mis pies. Se sacude intensamente, y yo mantengo el equilibrio para no resquebrajar mi anatomía y mi corazón.
Un sentimiento nuevo se apodera de mi yo, con fuerza. Ganas de nadar en un mar de sábanas, como dice esa canción.
Un cristal me separa del horizonte, del límite de las experiencias pasadas y el futuro, de mis yos pasados por segundos que corren y corren, de las palabras que no me suenan del todo bien, que echan a volar entre las nubes buscando nueva inspiración sólo para mí. Tan solo un cristal me separa del mundo, y yo tengo la capacidad de traspasarlo cuando crea conveniente.
El aire golpea mis mejillas cuando camino, hay quien ya no mira raro mis calcetines, y llevo un reloj que no funciona pues nunca fuí puntual, ni seguí las pautas de los horarios. Mis manías me enseñan a entender un poco cómo funciona este mundo, y yo te sonrío aunque tú no puedas verme.

mercoledì 1 settembre 2010

Settembre

Quisiera amar a alguien que haya amado en el pasado. Alguien con capacidad para amar, para respetar y ser tolerante. Alguien a quien admirar, tal vez.
Considero afortunados a aquellos que sintieron el amor en sus tripas, que se entregaron en cuerpo y alma, a pesar de haber sufrido. Miro el pasado de otras vidas, con amores fantasmas; algunos hacen mella en el presente, otros cada vez se alejan mas por el sendero de los recuerdos, y aunque todos sean diferentes, completamente diferentes, todos me inspiran.
Conocer a alguien que haya amado, que haya sufrido y que sobretodo no se avergüence de ello, es un motivo para merecerse mi admiración.
Aunque el pasado sea pasado, el pasado es un camino al presente, el único camino, quieras o no. Evolucionar, subir peldaños, siendo empujado o motivado por hechos que en un hoy son presente, pero que pertenecerán al pasado el día de mañana. Y ese pasado, por lo tanto, es importante para mí.
Soy quien soy por mis experiencias pasadas, y en algún tiempo acumularé mas pasado que haga girar mi ruleta continuamente. En esencia mi alma no cambia, y aunque una vez alguien dijo que nuestro cuerpo no es el mismo de un día para otro, se quien soy, siempre la misma a pesar de los cambios.
Mi energía es fuerte a veces, otras es débil, pero no me asusto ya ante la idea de mirar de frente. Limpiar el fondo, olor a tierra mojada mientras la lluvia golpea intensamente las olas, parar el mundo con mis manos durante una fracción de segundo, respirar y renovar.
Mi locura solo se desata a veces, mis silencios se prolongan y solo aquellos que me conocen realmente me entienden a través de estos silencios, y eso me relaja.
Las calles están llenas de espejos que reflejan sueños, sentimientos, pensamientos, preocupaciones intensas en un miércoles tarde. Yo adoro la raza humana y a la vez la odio. Yo, en este mes de Septiembre de este año 2010, sueño con cambiar el mundo, sueño con ideales difíciles pero no imposibles. Yo estoy tan perdida como tú, pero no tengo miedo a decirlo.
¿Encontrarme? Poco a poco lo hago, asentar bases que locamente iban y venían desatando la paradoja en mi mente. Me encuentro al oír mis salidas, al aprender a disfrutar de mis silencios, al escuchar palabras sabias de alguien que aún es muy joven. Me encuentro a través de mis palabras, e i ncluso solo entiendo lo que escribo al leerlo después de algunos meses. Me preguntan por qué soy bipolar, contesto que si lo supiera no lo sería.
Procuraré ser fiel a mi libertad, y esto me hace pensar en una cita del último libro que leí de Coelho;
Libertad no es la ausencia de compromisos sino la capacidad de escoger y comprometerme con lo que es mejor para mí.
Mis miedos, mis metas, mi ser de este presente será recordado por mi memoria, pues estoy a pocos días de ser adulta.
Comprendo reacciones ajenas, entiendo menos las mías. De algo estoy segura; quisiera comenzar. No. Voy a comenzar. Experimentar, aventurarme. Siendo libre a mi manera, aceptando situaciones y siendo más mía. Me encerraré en mí los días que hagan falta, me rodearé durante horas de personas otros días, si así lo pide mi alma. Desviaré las conversaciones hacia temas mas profundos y dejaré de tener miedo a lo que pueda pasar.
Solo así lograré seguir encontrándome.