¿Me quieres? Él contestó con un silencio, con una mirada. Serena. Tranquila. Risueña, y ante todo, llena de amor. Le contestó con un beso, con una caricia en el cuello; lenta, suave. Y ella sonrió.
Tonta. Tonta de preguntas tontas. ¿En qué estarías pensando? Bah, ¿qué importa eso ahora? Se que me quiere, aunque nunca me lo diga...
A veces un gesto, un beso, una mirada... Dice mas que dos palabras.
Nessun commento:
Posta un commento