En algún momento eché de menos.
Mi cuerpo tendido sobre el colchón, y yo tan sólo cerraba los ojos, elevándome de forma sobrenatural, acariciando con la planta descalza de mis pies algunos recuerdos, un poco de mí.
Seguía en la espiral de suposiciones, en la espiral de mis preguntas; mis dudas existenciales...
Y en el éxtasis de la noche solía resurgir mientras arqueaba mi espalda y retomaba mi vida, y si estaba o no; era ya otra historia...
Durante muchos amaneceres corrí detrás de personas varias buscando algún tipo de salvación, y finalmente terminaba salvándolas yo a ellas...
Pero hoy todo es distinto, ¿sabes?
El tráfico es igual, tus ojos son los mismos, los abrazos me siguen pareciendo un arte...
Pero tú y yo, ya no somos los mismos.
1 commento:
Preciosa Mery, una entrada preciosa!
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