martedì 3 novembre 2009

Está llegando el frío.

Y pensar en nada. Pensar en todo. Llegar a una conclusión. Sentirse vacía, y duele mirar el teléfono esperando una llamada que no llega nunca... Y la presión crece en mi pecho, y me siento extremadamente idiota. Suspiro, miro el reloj. Y finalmente..., pienso en mandar todo a la mierda. El orgullo nos pierde, porque la vida es muy corta para aquellos que creen que mañana pueden arreglar lo que hoy se estropeó. Somos pocos los que conocemos la pérdida en su totalidad, y el arrepentimiento de lo que un día no se hizo o no se dijo. No soporto pasar las horas sumergida en incertidumbre, en la impotencia de querer estar tranquila y no poder estarlo. Culpa, no hablo de culpa. No me siento culpable, no creo que seas culpable. Pierdo yo. Si, lo se. No creas que no lo intento, no me digas que no lo intenté...

2 commenti:

Laluccia ha detto...

¿Alguna vez te he dado las gracias por aquel sábado? Yo tengo ganas de llorar, por ver cómo ha cambiado mi vida, por verme tan radiante que hacía años que no estaba..pero desde hace unos minutos por ti, por verte tan apagada, tan triste, tan mal..tan poca mery de lo que siempre has sido. Te necesito como antes, con la sonrisa en la cara..la gente no entiende porque tú ya no eres la de antes, porque ya no estás apoyando. Joder, no entienden que nuestra pequeña aveces tambien necesita que nosotras estemos ahí..espero que nunca lo dudes.
Te quiero

Ignacio J. Rivas ha detto...

Todo mi honor en torno a un tono que no sonó! Un saludo, está muy chulo tu blog!