Inesperado como la noche que se enciende en una habitación a oscuras, como el recorrido de tus dedos por mi espalda, y la manera que tengo de decir que no al amor en diciembre.
Bailar entre estas cuatro paredes, anhelando cada último suspiro pero preparados para el siguiente, en una supuesta realidad que agoniza tras escuchar una canción.
Tiemble de piernas, calmado por un beso; dulce, sencillo...; y apartar la mirada tras él, sintiendo el precipicio a centímetros del final de mi cuerpo, sintiendo el vértigo provocado por alguien especial; sintiendo el calor del invierno...
Y desvanecerse tras apoyar la cabeza en su hombro, desaparecer durante esos tres minutos de melodía regalada; borrar tus huellas en vidas ajenas y huellas ajenas en tu propia vida; y dar vueltas en un abrazo, mientras todo aquello que dolía comienza a carecer de sentido, de unidad..., se esfuman los recuerdos y las lágrimas se evaporan, y de repente el mundo parece un sitio mejor.
Una sonrisa, y comenzar a hablar.
"Hey, soy nuevo en esto. Supongo que, en este momento, no te apetece hablar. Caminemos, y cuando quieras contarme todas esas pequeñas cosas que quiero saber de ti, estaré aquí, a tu lado, preparado para esas manías y esa forma extraña de reír que seguramente tendrás..."
1 commento:
Cada cierto tiempo echo un vistazo por aqui...y este post se parece mas a lo que yo conoci!eso me alegra. Sigue hacia arriba.
Posta un commento