Hay mucho que decir acerca de las personas que están cerca de ti, o que lo estuvieron un día. Acerca de los sentimientos, de los ataques de rabia que a veces sufrimos y de los continuos tropiezos que tienes día tras día.
Hay mucho que decir acerca de no tener el suficiente coraje para enfrentarte a algo que ocurrió; tienes que comenzar por aceptarlo y dejar de engañarte a ti mismo. Tienes que saber comprenderte y entender qué te está pasando para poder hablarlo abierta y tranquilamente con alguien. Tienes que controlar esos gritos, y tienes que controlar esas miradas; tienes que guardar la calma, relajarte..., simplemente relajarte...
Si, la mayoría de las personas con las que te cruces no te entenderán; tal vez ni siquiera se molestarán en escucharte. Muchas pondrán todo su empeño en ello, pero nunca lo lograrán. ¿Y qué? Probablemente tú tampoco las entenderás a ellas. Pero, ¿sabes? Tienes que decidir tú cómo embaucar tu vida, cómo quieres vivir cada día; dónde quieres amanecer y dónde quieres anochecer.
Es tu vida. Y ya está.
Hay muchas veces en las que me pregunto qué estoy haciendo exactamente, intento parar mi cabeza, intento dejar de pensar; pero las preguntas nunca cesan me llegan por todos lados, igual que las peticiones de aquellos que me quieren, que quieren hacerme saber qué debo hacer, quieren saber qué pienso acerca de ello... Pero no puedo contestar.
Y lo único que consigo es preocupar a todos, y esa preocupación general me preocupa a mí.
Quiero decir basta, quiero deciros a todos Basta.
Me encuentro exactamente en ese punto en el que debo decidir, en el que debo elegir un camino, en el que debo decir adiós, y decir hola...
Elegir el destino, o al menos cuál será la siguiente parada... Y elegirlo por mí misma.
Últimamente nadie me pregunta qué quiero hacer, nadie me pregunta qué siento o qué pienso acerca de la vida que quiero en un futuro..., sólo me dan consejos que yo no he pedido, me indican caminos que no quiero recorrer, me dicen que el mundo es difícil, que la vida es complicada y que "debo ser alguien". Y, si me preguntan, solo esperan mi contestación para juzgarme y condenarme, para decirme que está mal, que no estoy siendo "inteligente".
Necesito a alguien que me escuche, que me mire mientras hablo sin interrumpirme... ¿Por qué tengo la maldita sensación de que las personas que saben entenderme están muy, muy lejos de mí? ¿Que las personas que realmente conocen el fondo que tengo dentro de mí son personas ajenas a mi vida de alguna manera? Quizás no sea una sensación sino una realidad.
Hay mucho que decir acerca de las personas que están cerca de ti, tengo mucho de decir del amor que siento hacia mis seres queridos, y también de la presión que tal vez yo misma esté ejerciendo sobre mí misma sin darme cuenta.
Tengo mucho que decir acerca de todo lo que viene y va, acerca de todo lo que quiero que continúe conmigo, acerca de los límites que quiero establecer y los que me quiero saltar.
No quiero echar a nadie de mi vida, no os quiero fuera de mi vida porque os quiero a cada uno tal y como sois, solo quiero que confiéis en mí, y que entendáis, o intentéis entenderlo al menos, que como me dijo hace unos días mi profesor de literatura, mi gran profesor por excelencia..., soy una pequeña ácrata.