mercoledì 22 dicembre 2010

Slow dancing in a burning room.

Melodía regalada para tus oídos, para los míos, en una noche que confunde, que droga, que sensibiliza aún más cada segundo entre nota y nota, mano a mano, paso a paso, beso a beso, caricias escondidas tras dos copas de champán, y una luna llena que alumbra la estancia, mirando sincera y pura, en un resquicio de libertad rota, libertad extrema, libertad intensa, para hacer lo que el alma nos pide en cada segundo sin dar explicaciones... Sencillo, tal vez, como yo misma...
Días fríos tras calientes sentimientos, una guitarra acústica y una mirada lenta, viva, que baja, que respira, que enloquece...
Días fríos tras una cortina de humo, tras unas manos grandes y fuertes que sujetan evitando una caída libre al más profundo vacío, un choque frontal entre la atracción y la ternura que emanan de la puerta de atrás del destino, superando cualquier cinturón de seguridad, no apto para tropiezos varios, para cruces varios, sentirme viva tras una calada lenta, en la que el humo llega a quién inesperadamente, mezclándose con su respiración... Respiramos el mismo aire, ¿no es increíble?
Aquí estamos, bailando lento en una sala ardiendo... Para toda la noche, para esta noche, me quitaré mis zapatos y me tumbaré, solo para que me mires...

1 commento:

Ana Paredes Hendrich ha detto...

Que bonito, precioso.
Me gusta tu blog, nunca lo había visto. Un besito.