Ser feliz y punto.

El tiempo pasa.

Definitivamente nunca se detiene.

Yo paso las hojas del calendario. Señalo algún día, sonrío ante un bonito recuerdo. Escucho una canción suave, dulce. Perfecta para una noche como ésta.

"Para ayudarnos a crecer..., para ayudarnos a crecer."

No temo al futuro, no temo al paso del tiempo. Intento tranquilizar mi corazón loco y joven, pero a veces parece imposible. Impaciente, insensato.

Tiempo. Tiempo. Tiempo. Nunca tenemos demasiado tiempo. A veces sobran segundos, a veces sobran palabras.

No temo las consecuencias. No temo la ausencia de una sonrisa. Esta noche no, no me apetece pensar. Esta noche no. Esta noche no...

Ser feliz y punto. Como dije una vez. Y punto.

Siempre preocupándome por cosas que realmente no tenían importancia. Quizás bastó un momento, un texto de hace seis o siete años para llegar a comprenderme un poco más. Para llegar a conocerme, para llegar a quererme.

A quererme a mí misma.

Un poco, solo un poco.

Siempre en las nubes, siempre ausentando sonrisas que guardaba para tiempos mejores. Siempre tan rara, siempre tan mía.

Esta noche no, no me apetece bajar la mirada. Esta noche no, esta noche no...

Ayudada por Paulo Coelho...

Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.

Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer. No tenía miedo a las dificultades; lo que le asustaba era la obligación de escoger un camino. Escoger un camino signficaba abandonar otros.

P.C.

Lo que en economía se llama "coste de oportunidad", en la vida real yo lo llamo "gran putada".

La vida se resume en decisiones. Continuas decisiones. Importantes o absurdas. Que marcan o que no significan nada. O quizás sí.

Decidimos qué ponernos cada día, qué hacer y cómo hacerlo. Decidimos el color del salón, decidimos el sitio de vacaciones.

Lo más curioso es que no decidimos a quién amar. Lo más importante y no está a nuestro alcance. Tal vez sea por esta razón que el amor sea el motor del mundo. Porque no es forzado, no puede serlo. El amor se tiene que sentir, se tiene que vivir a cada segundo. Es irracional. Y por mucho que los científicos quieran descubrir los secretos del amor, el amor jamás será algo que se pueda controlar y manipular.

Aún así, dentro del amor también existen decisiones. Acertadas o equivocadas, no dejan de ser decisiones. El corazón late fuertemente para luego pararse en un abrir y cerrar de ojos. Te hace enfurecer y luego sin embargo te hace llorar. Te grita, discute contigo. El corazón va por libre, tu corazón nunca será tuyo, porque él tiene sus leyes y sus costumbres. Tu corazón jamás responderá a tus estímulos porque lo que tú pienses a él no le interesa. Y siempre gana, siempre se sale con la suya. Las decisiones acerca del amor no las tomas tú, las toma él. Y duelen más porque muchas veces no estás de acuerdo, y sin embargo tienes que someterte a él.

Y aunque a día de hoy no te gusten, a largo plazo serán las acertadas.

Mery Cavalli.