sabato 19 dicembre 2009

"Con defectos, con errores; pero en pie."

Y doy vueltas en la cama, y también en mi mente. Y dieron ya las cuatro, y mis manos siguen frías. Vuelvo a suspirar, a frotar mis pies. Me relaja. Mis párpados están cansados, pero por alguna extraña razón aguantan y aguantan. Por alguna extraña razón estoy aquí, por alguna extraña razón mi cama hoy me resulta incómoda.
Poco en lo que pensar, agradecer cada momento. Me gustaría absorver todo esto que estoy viviendo, disfrutarlo, exprimirlo. Quién sabe en cuantos años me volveré a enamorar. O, incluso, si algún día lo volveré a hacer. Mientras, sin adelantarme al futuro, sin ser impaciente, me limito a vivir.
Marioneta del caprichoso destino, me dio un importante papel en la película de la vida. Seguimos rodando escenas, quedan bonitos fotogramas para el recuerdo. Sin quejas, hoy no. Sin reproches que no sean cariñosos. Sin malos sentimientos. Simplemente algo tan limpio y profundo como es el amar.
Me dicen que soy pequeña para sentir, que tengo que disfrutar la vida. Lo hago... Lo hago. Vivo momentos intensos, estoy aferrada a ese Motor...
El Amor... Motor Amor. El Amor mueve el mundo, sin él ya nos hubiéramos extinguido hace millones de años... El Amor da vida. Saca a la luz los sentimientos que están en el fondo, escondidos, temerosos. Quien se atreve a decir que se vive mejor sin Amor es que no lo ha sentido, está loco... Está tremendamente loco.
Quizás peco de idealista, pero aún así sigo diciendo que se necesita más gente soñadora y profunda en este mundo tan superficial.

sabato 12 dicembre 2009

Capaz de querer.

Puede que el roce de las yemas de sus dedos con su piel hagan despertar su corazón. Piensa en su vida sin su presencia, y de repente se siente morir. En brazos de otro, en compartidos suspiros con otro. No. Letras de canciones, entrada la madrugada. Algo de frío que se cura con unas cuantas mantas, acurrucuada. Ojos cerrado y sonrisa amplia. Tremendamente boba. Y es que aunque a veces sienta ganas de huir, sabe que jamás podrá escapar de ese amor. Ha tenido suerte de ese cruce de caminos. Qué tendrá, qué habrá visto en él que en los demás no vio. Una simple mirada, que se ha hecho eterna. Y entre recuerdos, pensamientos y mas sonrisas bobas, tarareando una canción, se queda profundamente dormida...
Épocas peores corrieron en mí, sin embargo ahora me siento bien. Mimosa a ratos, risueña, enloquecida y atontada. Todo a la vez. Pensando siempre en lo mismo, adorando las mañanas que dormimos a cabezadas y dando cien vueltas. Risas en la penumbra. Legañas en los ojos y un sencillamente "ser feliz".
Porque en estas fechas se necesita mucho amor. De todos los que te rodean. Se busca la felicidad con ansia, todos intentamos ser mejor y tener a alguien a quien amar y alguien que te ame. Nos ilusionan las luces que iluminan la ciudad. El frío te invita a abrazar, a acurrucarte en sus brazos. A meterse en la cama y no salir en un día entero entrelazando las piernas, contando cosas absurdas y fabricando amor. Roces inocentes debajo de las sábanas. Nariz congelada, los pies fríos y un café calentito que te espera humeante en la encimera. Los besos debajo de la lluvia son los mas románticos y excitantes...
Hay personas que odian el invierno. A mí, sin embargo, me encanta. Siempre consigue sacar la parte tierna... Es, sencillamente, precioso.

martedì 8 dicembre 2009

Y aunque nos llevemos como el perro y el gato...

Voy siguiendo mi camino. Paso a paso. Cometo errores. Tropiezo. Me dicen que madure.
Mi filosofía es distinta. Las cosas pasan por un por qué. Siempre lo dije. Algunas duelen, otras te hacen ir al límite de las desgracias, te empujan a ponerte al borde del precipicio, creyendo y haciéndote sentir que es el final, que no levantarás cabeza nunca.
Y de repente un día algo cambia. Nadie lo entiende, nadie puede ni llegar a imaginar qué se esconde detrás de este sentimiento. No es simple, no es propio de una niña. Tan solo eso, una niña. Pero pasó.
Y ni siquiera yo soy capaz de explicarlo, y quizás por eso sea que nunca lo haya exteriorizado.
Afligida. Hundida. Y esa sonrisa congelada de repente cobró vida. Y no sabes el bien que me has hecho. Nadie lo sabe. Solo yo.
Porque fuiste capaz de explorar campo inexplorado, fuiste capaz de amar, de entregarte. Conseguiste arrancarme el dolor. Y sigo teniendo miedo, y sigo llorando al menos una vez al mes, pero se que no estoy sola. Y puedo sentirme afortunada, a pesar de tantos golpes dados y tantos que nos quedan por darnos el uno al otro, por sentir esto que siento. Me siento afortunada, sencillamente, porque un día te cruzaste en mi camino.
Mi piel se sigue erizando, después de tanto tiempo, cada vez que me tocas. Y a eso, cariño, le llamo amor.